miércoles, 17 de diciembre de 2008



The Independent/La Jornada

 Miles de iraquíes tomaron las calles de Bagdad este lunes en apoyo a Muntazer Zaidi, quien saltó de la oscuridad a la celebridad mundial luego de lanzar sus zapatos al presidente estadunidense George W. Bush. Mientras el periodista iraquí permanecía detenido por lo que según las autoridades fue un “acto bárbaro e ignominioso”, una muchedumbre en Bagdad arrojó zapatos a soldados estadunidenses en una de las muchas manifestaciones callejeras convocadas en apoyo a la acción del reportero.

“Gracias a Dios, el acto de Muntazer llena de orgullo a los iraquíes –expresó el hermano del periodista, Udai Zaidi–. Estoy seguro de que muchos querían hacer lo que hizo.”

Este lunes se conocieron detalles de cómo el reportero chiíta de 29 años, que trabaja desde hace tres años en la televisora Al Baghdadiyah, ha sido duramente golpeado por la guerra. “Detesta la ocupación tanto material como moral de su patria”, comentó otro de sus hermanos, Dhirgham.

El año pasado Zaidi fue secuestrado por militantes en una zona sunita del oeste de Bagdad y lo tuvieron cautivo tres días, durante los cuales lo golpearon con crueldad. En enero fue arrestado en una incursión estadunidense. Los soldados catearon su departamento, lo retuvieron una noche y al final le ofrecieron disculpas y lo dejaron ir. Sus amigos dicen que le tocó cubrir el bombardeo de Ciudad Sadr este año y quedó sumamente afectado por la destrucción que observó.

El lanzamiento de los zapatos a Bush podría resultar un punto decisivo en los cinco años y medio de ocupación estadunidense de Irak, al provocar una ola de sentimiento nacionalista en oposición a la presencia extranjera. El apoyo a Zaidi parece cruzar las fronteras entre sectas; hubo manifestaciones de respaldo en la ciudad sagrada chiíta de Najaf, pero también en la ciudad sunita de Tikrit, en demanda de su liberación.

Zaidi lanzó sus zapatos al comandante en jefe de las fuerzas armadas estadunidenses cuando éste daba una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro iraquí Nuri Maliki. Sus palabras, “¡Ahí te va un beso de despedida, perro!”, cobraron fama inmediata en todo el mundo musulmán. Bush esquivó el primer zapato y Maliki intentó detener el segundo mientras el periodista gritaba: “¡Esto es por las viudas, los huérfanos y todos los que han muerto en Irak!” Luego Zaidi fue arrastrado al suelo por otro periodista iraquí y despareció bajo un montón de agentes de seguridad. Parece que resultó herido en el amontonamiento, porque se le oyó quejarse “¡Mi mano, mi mano!”

Su estación televisora, que mantuvo la imagen del periodista en pantalla gran parte de este lunes, emitió una declaración en la que exigía su liberación, “en línea con la democracia y la libertad de expresión que las autoridades estadunidenses prometieron al pueblo iraquí… Cualquier medida que se tome contra él será considerada el acto de un régimen dictatorial”.

El periodista continuaba detenido la noche de este lunes, y funcionarios informaron que los zapatos del número 10 (28 en México) habían sido decomisados. Técnicamente podría enfrentar una sentencia de varios años de cárcel por insultar a un jefe de Estado visitante. Si se le somete a juicio, el ex abogado de Saddam Hussein se ha ofrecido a defenderlo. Sin embargo, será difícil que el gobierno iraquí actúe contra un héroe patriota.

La mayoría de los iraquíes culpan a Estados Unidos de gran parte de la violencia de años recientes y quieren que cese la ocupación. El gobierno enfrenta elecciones provinciales a finales de enero y parlamentarias más adelante. Maliki firmó un acuerdo con Washington sobre el estatus de las fuerzas, aprobado por el parlamento iraquí el 27 de noviembre, según el cual todos los efectivos militares estadunidenses serán retirados de ciudades y poblados a más tardar a finales de junio del año próximo, y de todo el país en el curso de tres años.

El comandante estadunidense en Irak, Ray Odierno, ha sugerido que las fuerzas estadunidenses podrían aún apoyar a las tropas iraquíes en zonas urbanas, pero el entusiasmo popular despertado por la acción de Zaidi muestra que será difícil diluir el acuerdo de retiro de tropas estadunidenses sin provocar una reacción patriótica entre un número significativo de iraquíes.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya

No hay comentarios: